3o Misterio Gozoso
La Natividad de Nuestro Señor Jesus Cristo
José y yo fuimos a Belén porque hubo un decreto que todos deberian ir a su ciudad ancestral a ser registrados. En obediencia, Jose y yo fuimos. Dios aún usó la opresión del gobierno romano para lograr tu salvación: porque en este tiempo de opresión, mi hijo, tu Salvador, nació.
Buscamos un lugar pero no había lugar en la Posada: la ciudad estaba tan llena. Lo que nos ofrecieron fue un establo, no muy lejos de donde los pastores estaban vigilando su rebaño. Pronto fue que nació mi hijo: que el rey de Reyes naceria como un mendigo.
Pronto fue que la palabra se hizo carne. José me dejó en el establo y salió un rato pensando que no era digno de estar presente en un tan gran milagro. Mientras que él estaba pensando, el momento llegó cuando mi hijo se introdujo en el mundo. Debido a la inmensidad del amor que el Señor me había llenado, yo no sentía ningún dolor en su nacimiento.
Había gozo en la venida de mi hijo. Le sostuve en mis brazos: era el mismo Salvador del mundo. Un rato más tarde, José llegó, me vio con el niño y él también se llenó de alegría maravillado.
Cuando un tiempo paso, también vinieron los pastores que estaban cerca del establo. Ellos sabían sobre el nacimiento de mi hijo: los ángeles les habían dicho. El Cielo se regocijo en el nacimiento de mi hijo.
Hijos míos, miren en la grandeza de tu Señor que ha amado tanto como a llego a mostrar la inmensidad de su amor por ti.
Mustra la inmensidad de tu amor por él: se humilde, se agradecido por lo que tengas, sea poco o grande y todo lo que tengas, utilizalo de una manera que le placer a mi hijo. Ve la cara de mi hijo en los necesitados, amalos y responde en amor a él.
Oren al Padre celestial en este misterio por el don de la simplicidad y las penurias de los pobres y orare contigo y por ti. Yo rogaré al padre para que te de la gracia de ser generoso con los menos afortunados. Amen
(Reza Padre Nuestro, y 10 Aves Marias)
Reza
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, y Gloria El Espiritu Santo, como fue antes es hoy sera siempre por los Siglos de los
Siglos. Amen
(Aquie puedes pedir alguna peticion.)
Oración de Fátima
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amen
G. -Maria concevida sin pecado,
R.- protejenos que recurrimos a ti.
ORACION AL ARCH ANGEL SAN MIGUEL
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
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