Cristo de Cochabamba
En el año 1995 el Dr. Ricardo Castañón fue llamado a investigar esta imágen de Cristo que exudaba lágrimas cristalinas y lágrimas de sangre. En sus estudios el se quedó con la imagen por horas seguidas, llevó como testigo a un notario, llevó equipos de filmación para registrar todo evento.
Al estudiar la imágen notó que habían unas costras en la frente, de las cuales tomó una al azar y la mandó a analizar a un laboratorio patólogico de Australia New South Wales. En el resultado le dicen que dos tercios de esa costra son sangre humana, pero el otro tercio es algo duro y debe llevarlo a otro laboratorio. Esta muestra se llevó a un forense botánico que dijo que esta era la punta de una espina y se reconocían las características por la distribución molecular que tenía, también dijo que provenía de un país árido como Israel y como el Asia Menor. Cabe anotar que eso no existe en Bolivia.
Se preguntaba como es posible que una estatua sangre, forme costras y dentro de ellas halla una espina. Para descartar cualquier posibilidad de que hubiera algún mecanismo dentro del busto que le hiciese exudar sangre o lágrimas, se hizo una tomografía axial computerizada que dividió la imágen en 27 partes, como resultado se descubrió que estaba totalmente vacía por dentro, no existía ningún mecanismo que justificara esta efusión. Para evitar la posibilidad de que esto fuera un fenómeno causado por el aire, la humedad, la deshidratación o cualquier otra causa, compró otra imágen similar y la tuvo al lado de la otra por un período de dos años. Jamás esta nueva imágen tuvo manifestaciones como la original.
Esta imágen exudaba lágrimas cristalinas y lágrimas de sangre. Colocó una de las lágrimas cristalinas en un tubo de masocrito, las colocó en los tubos de ensayo, se secaron las lágrimas y quedaron cristales de sal. Se hicieron siete estudios en diferentes laboratorios del mundo desde el año 1995 al 2000. Todos los estudios confirmaron que se trataba de genes de un ser humano, o sea que todo ese líquido correspondía a una persona. En uno de los estudios se le fueron llevadas las muestras a una laboratorista en un centro genético de Nueva Orleans sin decirle de donde provenían. Ron Tesoriero abogado australiano que viaja con el Dr, Ricardo Castañon para confirmar las investigaciones, le informó a la laboratorista que esta sangre provenía de una estatua, ella se sorprendió pero su estudio confirmó que las muestras venían de un ser humano. Debido a esto el Obispo de Cochabamba autorizó la veneración de este busto.
Durante estos estudios nació un grupo internacional para la paz, sin ánimo de lucro que estudia estos fenómenos. En cincuenta casos se encontraron siete casos falsos, pero todos los demás fueron autenticados. Son más de doce años a la fecha de este testimonio en video que muestran ese afán de verificar la fe a través de la ciencia. El Doctor aclara que la voz científica no se adelanta a la voz de la Iglesia, que debemos esperar con obediencia la voz de la Iglesia con respecto a estos fenómenos.
En el año 1995 el Dr. Ricardo Castañón fue llamado a investigar esta imágen de Cristo que exudaba lágrimas cristalinas y lágrimas de sangre. En sus estudios el se quedó con la imagen por horas seguidas, llevó como testigo a un notario, llevó equipos de filmación para registrar todo evento.
Al estudiar la imágen notó que habían unas costras en la frente, de las cuales tomó una al azar y la mandó a analizar a un laboratorio patólogico de Australia New South Wales. En el resultado le dicen que dos tercios de esa costra son sangre humana, pero el otro tercio es algo duro y debe llevarlo a otro laboratorio. Esta muestra se llevó a un forense botánico que dijo que esta era la punta de una espina y se reconocían las características por la distribución molecular que tenía, también dijo que provenía de un país árido como Israel y como el Asia Menor. Cabe anotar que eso no existe en Bolivia.
Se preguntaba como es posible que una estatua sangre, forme costras y dentro de ellas halla una espina. Para descartar cualquier posibilidad de que hubiera algún mecanismo dentro del busto que le hiciese exudar sangre o lágrimas, se hizo una tomografía axial computerizada que dividió la imágen en 27 partes, como resultado se descubrió que estaba totalmente vacía por dentro, no existía ningún mecanismo que justificara esta efusión. Para evitar la posibilidad de que esto fuera un fenómeno causado por el aire, la humedad, la deshidratación o cualquier otra causa, compró otra imágen similar y la tuvo al lado de la otra por un período de dos años. Jamás esta nueva imágen tuvo manifestaciones como la original.
Esta imágen exudaba lágrimas cristalinas y lágrimas de sangre. Colocó una de las lágrimas cristalinas en un tubo de masocrito, las colocó en los tubos de ensayo, se secaron las lágrimas y quedaron cristales de sal. Se hicieron siete estudios en diferentes laboratorios del mundo desde el año 1995 al 2000. Todos los estudios confirmaron que se trataba de genes de un ser humano, o sea que todo ese líquido correspondía a una persona. En uno de los estudios se le fueron llevadas las muestras a una laboratorista en un centro genético de Nueva Orleans sin decirle de donde provenían. Ron Tesoriero abogado australiano que viaja con el Dr, Ricardo Castañon para confirmar las investigaciones, le informó a la laboratorista que esta sangre provenía de una estatua, ella se sorprendió pero su estudio confirmó que las muestras venían de un ser humano. Debido a esto el Obispo de Cochabamba autorizó la veneración de este busto.
Durante estos estudios nació un grupo internacional para la paz, sin ánimo de lucro que estudia estos fenómenos. En cincuenta casos se encontraron siete casos falsos, pero todos los demás fueron autenticados. Son más de doce años a la fecha de este testimonio en video que muestran ese afán de verificar la fe a través de la ciencia. El Doctor aclara que la voz científica no se adelanta a la voz de la Iglesia, que debemos esperar con obediencia la voz de la Iglesia con respecto a estos fenómenos.