ORACION PARA DERROTAR LAS OBRAS DE SATANAS
O Divino Padre Eterno, en unión con Vuestro Divino Hijo,
y el Espíritu Santo, y por medio del Inmaculado Corazón
de María, Os suplico destruir el poder de Vuestros peores
enemigos: los espíritus malignos.
¡Arrojadlos a las cavernas
más profundas del infierno y encadenadlos allí para siempre!
Tomad posesión de Vuestro Reino; pues ha sido creado por
Vos mismo, y muy justamente Os pertenece. Padre Celestial,
concedednos el dominio reinante del Sagrado Corazón de Jesús
y del Inmaculado Corazón de María. Con cada latido de mi
corazón y con cada respiro, repito esta oración por puro
Amor Vuestro. Amén. Imprimatur, marzo, 1973.
Richard H. Ackerman, Obispo de Covington
O Divino Padre Eterno, en unión con Vuestro Divino Hijo,
y el Espíritu Santo, y por medio del Inmaculado Corazón
de María, Os suplico destruir el poder de Vuestros peores
enemigos: los espíritus malignos.
¡Arrojadlos a las cavernas
más profundas del infierno y encadenadlos allí para siempre!
Tomad posesión de Vuestro Reino; pues ha sido creado por
Vos mismo, y muy justamente Os pertenece. Padre Celestial,
concedednos el dominio reinante del Sagrado Corazón de Jesús
y del Inmaculado Corazón de María. Con cada latido de mi
corazón y con cada respiro, repito esta oración por puro
Amor Vuestro. Amén. Imprimatur, marzo, 1973.
Richard H. Ackerman, Obispo de Covington