Rupika enfermó de cáncer, pero sanó sorprendentemente luego de meses de rezar junto a su amiga católica, Shanthini Caldera, el Santo Rosario. Ahora que venció a la enfermedad, agradece su recuperación a la intercesión de la Virgen María.
Caldera, una mujer católica tamil de 57 años de la Arquidiócesis de Colombo (Sri Lanka), indicó que “el Rosario es la única arma en mi vida” y resaltó que ha sido testigo de “su poder en muchas ocasiones”.
Caldera es madre de dos hijos ya adultos y dedica su tiempo a orar por las personas que lo necesitan, y fue gracias a este apostolado que conoció a Rupika en un hospital privado de Colombo, en mayo.
“La joven, de la edad de mi hija, tiene una buena educación y excelentes habilidades”, resaltó.
La madre católica indicó que Rupika estaba en el centro de salud por un chequeo relacionado a un cáncer de mama, y se encontraba “muy deprimida”.
“Había perdido la esperanza”, señaló Caldera.
La madre católica indicó que, al hablar con ella, descubrió que Rupika fue criada en una familia cristiana, pero se había apartado de la fe por la enfermedad, cuando aceptó la invitación de algunos amigos budistas de realizar un ritual en un famoso templo de Sri Lanka.
Caldera indicó que siguió manteniendo el contacto con Rupika por WhatsApp, ya que la joven vive en una zona rural, por lo que no podía ir a visitarla en persona por las restricciones impuestas por la pandemia.
“Así comencé a rezar el rosario todos los días con ella y por ella”, agregó.
Rupika siguió tomando su medicación en casa, aunque ahora el tratamiento fue acompañado de oraciones, y a medida que avanzaba, poco a poco empezó a acercarse a Jesús y a la Virgen María.
Finalmente, en un chequeo este mes de septiembre los médicos descubrieron con sorpresa que la enfermedad había desaparecido por completo.
Uno de los médicos preguntó a Rupika “¿Quién te quitó el cáncer? Esto es un milagro”, a lo que ella respondió “Nuestra Señora lo hizo posible”.
“Su amor por todos sus hijos en el mundo lo hizo posible”, aseguró Caldera.
Caldera, una mujer católica tamil de 57 años de la Arquidiócesis de Colombo (Sri Lanka), indicó que “el Rosario es la única arma en mi vida” y resaltó que ha sido testigo de “su poder en muchas ocasiones”.
Caldera es madre de dos hijos ya adultos y dedica su tiempo a orar por las personas que lo necesitan, y fue gracias a este apostolado que conoció a Rupika en un hospital privado de Colombo, en mayo.
“La joven, de la edad de mi hija, tiene una buena educación y excelentes habilidades”, resaltó.
La madre católica indicó que Rupika estaba en el centro de salud por un chequeo relacionado a un cáncer de mama, y se encontraba “muy deprimida”.
“Había perdido la esperanza”, señaló Caldera.
La madre católica indicó que, al hablar con ella, descubrió que Rupika fue criada en una familia cristiana, pero se había apartado de la fe por la enfermedad, cuando aceptó la invitación de algunos amigos budistas de realizar un ritual en un famoso templo de Sri Lanka.
Caldera indicó que siguió manteniendo el contacto con Rupika por WhatsApp, ya que la joven vive en una zona rural, por lo que no podía ir a visitarla en persona por las restricciones impuestas por la pandemia.
“Así comencé a rezar el rosario todos los días con ella y por ella”, agregó.
Rupika siguió tomando su medicación en casa, aunque ahora el tratamiento fue acompañado de oraciones, y a medida que avanzaba, poco a poco empezó a acercarse a Jesús y a la Virgen María.
Finalmente, en un chequeo este mes de septiembre los médicos descubrieron con sorpresa que la enfermedad había desaparecido por completo.
Uno de los médicos preguntó a Rupika “¿Quién te quitó el cáncer? Esto es un milagro”, a lo que ella respondió “Nuestra Señora lo hizo posible”.
“Su amor por todos sus hijos en el mundo lo hizo posible”, aseguró Caldera.