La siguiente es una carta escrita por la Santísima Virgen María,
para saludar a los habitantes de la Ciudad de Mesina.
Allí es donde el Apóstol San Pablo predicaba el Evangelio.
Esta carta fue conservada en el relicario del altar mayor,
y dice así: "Yo, María Virgen, Sierva de Dios, Nuestro Señor,
y humildísima Madre de Jesucristo, Hijo de Dios
Todopoderoso y Eterno, saludo a todos los que habitan en Mesina.
A todos les deseo salud y bendición en Nuestro Señor.
Ya habéis aprendido algo de los embajadores que se os han enviado,
y habéis recibido el Evangelio, reconociendo que el Hijo de
Dios se hizo Hombre, y que sufrió Su Pasión y muerte por
la salvacion del mundo. También habéis aprendido que
El es el Cristo y el verdadero Mesías. Haced esfuerzos de
perseverar, os suplico. Y mientras tanto, os prometo a
vosotros y a toda vuestra posteridad, Mi asistencia en la
presencia de Mi Hijo." "María, Virgen, humildísima
Sierva de Dios"
(Grandes gracias se conceden a
los que llevan consigo una copia de esta carta.)
para saludar a los habitantes de la Ciudad de Mesina.
Allí es donde el Apóstol San Pablo predicaba el Evangelio.
Esta carta fue conservada en el relicario del altar mayor,
y dice así: "Yo, María Virgen, Sierva de Dios, Nuestro Señor,
y humildísima Madre de Jesucristo, Hijo de Dios
Todopoderoso y Eterno, saludo a todos los que habitan en Mesina.
A todos les deseo salud y bendición en Nuestro Señor.
Ya habéis aprendido algo de los embajadores que se os han enviado,
y habéis recibido el Evangelio, reconociendo que el Hijo de
Dios se hizo Hombre, y que sufrió Su Pasión y muerte por
la salvacion del mundo. También habéis aprendido que
El es el Cristo y el verdadero Mesías. Haced esfuerzos de
perseverar, os suplico. Y mientras tanto, os prometo a
vosotros y a toda vuestra posteridad, Mi asistencia en la
presencia de Mi Hijo." "María, Virgen, humildísima
Sierva de Dios"
(Grandes gracias se conceden a
los que llevan consigo una copia de esta carta.)