Mensaje, 25 de enero de 1990
“¡Queridos hijos!" Los invito a la entrega a Dios. En este tiempo, Yo deseo especialmente que ustedes renuncien a aquellas cosas a las que se han apegado y que perjudican su vida espiritual. Por eso, mis queridos hijos, decídanse enteramente por Dios y no permitan que Satanás entre en sus vidas a través de esas cosas que los daan en su vida espiritual. Mis queridos hijos, Dios Se ofrece a ustedes en plenitud. Ustedes sólo pueden descubrirlo y reconocerlo a El en la oración: por eso, decídanse por la oración! Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de marzo de 1990
“¡Queridos hijos! Yo estoy con ustedes, también cuando ustedes no estén conscientes de ello. Yo quisiera protegerlos de todo aquello que Satanás les ofrece y con lo cual quiere destruirlos. Como llevé a Jesús en mi seno, así quisiera llevarlos también a ustedes, mis queridos hijos, hacia la santidad. Dios quiere salvarlos y les envía mensajes por medio de personas, por medio de la naturaleza y de muchas cosas que sólo pueden ayudarlos a comprender, que ustedes deben cambiar el rumbo de sus vidas. Por eso, mis queridos hijos, comprendan también la grandeza del don que Dios les da a través de Mí, a fin de que Yo pueda protegerlos con mi manto y conducirlos al gozo de la vida. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de abril de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a tomar en serio los mensajes que Yo les doy y a vivirlos. Yo estoy con ustedes, queridos hijos, y deseo que cada uno de ustedes esté cada vez más cerca de mi corazón. Por eso, mis queridos hijos, oren y busquen la voluntad de Dios en su vida cotidiana. Yo deseo que cada uno de ustedes descubra el camino de la santidad y que crezca en ella hasta la eternidad. Yo oraré por ustedes e intercederé por ustedes ante Dios, para que puedan comprender la grandeza de este regalo que Dios me concede, de poder estar con ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de mayo de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a decidirse a vivir con seriedad esta Novena [de Pentecostés]. Consagren tiempo a la oración y al sacrificio! Yo estoy con ustedes y quisiera ayudarlos a crecer en la renunciación y la mortificación para que lleguen a comprender la belleza de aquellas personas que se dan a sí mismas de manera especial. Queridos hijos, Dios los bendice día a día y El desea el cambio de sus vidas. Por eso, oren para que tengan la fortaleza para cambiar sus vidas! Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de junio de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy quisiera agradecerles todos sus sacrificios y todas sus oraciones. Yo los bendigo con mi especial bendición maternal! Yo los invito a que todos ustedes se decidan por Dios y a que día a día descubran Su voluntad en la oración. Yo quisiera invitarlos a todos, queridos hijos, a la conversión total para que el gozo reine en sus corazones. Yo estoy feliz de que tantos de ustedes estén aquí hoy. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de julio de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a la paz. Como Reina de la Paz, Yo he venido aquí y quisiera enriquecerlos con mi paz maternal. Queridos hijos, Yo los amo y quisiera conducirlos a todos a la paz que sólo Dios da y que enriquece cada corazón. Yo los invito a ser portadores y testigos de mi paz en este mundo sin paz. La paz debe comenzar a reinar en este mundo que no tiene paz y que anhela la paz. Yo los bendigo con mi bendición maternal! Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de agosto de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy quisiera invitarlos a tomar con seriedad los mensajes que Yo les doy y a realizarlos en sus vidas. Ustedes saben, mis queridos hijos, que Yo estoy con ustedes y que Yo quisiera conducirlos a todos por ese mimo camino al Cielo, que es hermoso para aquellos que lo descubren en la oración. Por eso, mis queridos hijos, no olviden que ustedes deben hacer realidad en sus vidas estos mensajes que Yo les doy para que entonces puedan decir: 'Yo he aceptado los mensajes y trato de vivirlos.' Queridos hijos, con mis oraciones maternales al Padre Celestial, Yo los protejo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de septiembre de 1990
“¡Queridos hijos! Los invito a la oración con el corazón, para que su oración sea una conversación con Dios. Yo deseo que cada uno de ustedes dedique más tiempo a Dios. Satanás es fuerte y quiere obstaculizarlos y engaarlos de muchas maneras. Por eso, mis queridos hijos, oren cada día, para que sus vidas sea buenas para ustedes mismos y para todos aquellos a quienes ustedes encuentren. Yo estoy con ustedes y los protejo, aún cuando Satanás trata de destruir mis planes e impedir los deseos del Padre Celestial que El quiere realizar aquí. Gracias por haber respondido a mi llamado!”
Mensaje, 25 de octubre de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a orar de manera especial y a ofrecer sacrificios y buenas obras por la paz del mundo. Satanás es fuerte y con todo su poder desea destruir la paz que proviene de Dios. Yo estoy con ustedes y quiero ayudarlos con mis oraciones y conducirlos al camino de la paz. Yo los bendigo con mi bendición maternal. No olviden vivir los mensajes de la paz! Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de noviembre de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a hacer obras de misericordia con amor y por amor a Mí y a sus hermanos y hermanas que también son mis hijos. Queridos hijos, todo lo que hagan por los demás háganlo con gran gozo y humildad ante Dios. Yo estoy con ustedes y día a día ofrezco sus sacrificios y oraciones a Dios por la salvación del mundo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de diciembre de 1990
“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a orar por la paz. Queridos hijos, sin la paz, ustedes no podrán experimentar el nacimiento del Nio Jesús ni en este día [Navidad] ni tampoco en su vida diaria. Por eso, oren al Seor de la Paz para que El los proteja con Su manto y para que El los ayude a comprender la grandeza y la importancia de la paz en sus corazones. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante Dios. Oren, porque Satanás quiere destruir mis planes de paz. Reconcíliense unos con otros y, por medio de sus vidas, ayuden a que la paz reine en toda la tierra. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”