Mensaje, 25 de enero de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy los llamo a aceptar y vivir mis mensajes con seriedad. Estos días son los días en los que ustedes necesitan decirse por Dios, por la Paz por el Bien. Que todo odio y celos desaparezcan de sus vidas y de sus pensamientos y que sólo more el amor a Dios y a su prójimo. Así, sólo así ustedes serán capaces de discernir los signos de este tiempo. Yo estoy con ustedes y los guío hacia un tiempo nuevo, un tiempo que Dios les da como gracia a fin de que ustedes lleguen a conocerlo más a El. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de febrero de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy los bendigo con mi bendición maternal y los invito a todos a la conversión. Yo deseo que cada uno de ustedes se decida por un cambio de vida y que cada uno de ustedes trabaje más en la Iglesia, no con palabras y pensamientos sino con el ejemplo, de tal manera que sus vidas puedan ser un testimonio gozoso para Jesús. Ustedes no pueden decir que están convertidos, porque su vida debe ser una conversión diaria. A fin de entender lo que deben hacer, hijitos, oren y Dios les hará comprender lo que ustedes concretamente hacer y en lo que deben cambiar. Yo estoy con ustedes y los coloco a todos bajo mi manto. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de marzo de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy, como nunca antes, Yo los llamo a orar por la paz, por la paz en sus corazones, por la paz en sus familias, por la paz en el mundo entero, porque Satanás quiere la guerra, quiere la ausencia de paz, quiere destruir todo lo que es bueno. Por eso, queridos hijos, oren, oren, oren! Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de abril de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos a despertar sus corazones al amor. Salgan a la naturaleza y vean cómo la naturaleza está despertando y eso será una ayuda para que ustedes puedan abrirse a Dios el Creador. Yo deseo que ustedes despierten el amor en sus familias, a fin de que donde haya inquietud y odio, reine el amor; y si hay amor en sus corazones, también habrá oración. Y no olviden, queridos hijos, que Yo estoy con ustedes y los ayudo con mi oración para que Dios les dé la fortaleza para amar. Yo los bendigo y los amo con mi amor maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de mayo de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a abrirse a Dios por medio de la oración, a fin de que el Espíritu Santo pueda comenzar a obrar milagros en ustedes y a través de ustedes. Yo estoy con ustedes e intercedo ante dios por cada uno, queridos hijos, porque cada uno es importante en mi plan de salvación. Yo los invito a ser portadores de bien y de paz. Dios puede darles la paz sólo si ustedes se convierten y oran. Por eso, queridos hijos, oren, oren, oren y hagan lo que el Espíritu Santo les inspire. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de junio de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy, también Yo me regocijo por su presencia aquí. Yo los bendigo con mi bendición maternal e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Los llamo de nuevo a vivir mis mensajes y a ponerlos en práctica en sus vidas. Yo estoy con ustedes y los bendigo a todos día a día. Queridos hijos, éstos son tiempos particulares y por eso, Yo estoy con ustedes para amarlos y proteger sus corazones de Satanás y para llevarlos a todos más cerca del Corazón de Jesús, mi Hijo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de julio de 1993
“¡Queridos hijos! Les agradezco sus oraciones y el amor que me muestran. Yo los invito a decidirse a orar por mis intenciones. Queridos hijos, ofrezcan novenas, haciendo sacrificios a los cuales ustedes se sientan de lo más dispuestos. Yo quiero que sus vidas estén ligadas a Mí. Yo soy su Madre, queridos hijitos, y no deseo que Satanás los engae, porque él quiere llevarlos por el camino equivocado. Pero no podrá, si ustedes no se lo permiten. Por eso, queridos hijitos, renueven la oración en sus corazones y entonces comprenderán mi llamado y mi vivo deseo de ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de agosto de 1993
“¡Queridos hijos! Quiero que ustedes entiendan que Yo soy su Madre, que Yo quiero ayudarlos y llamarlos a la oración. Sólo por medio de la oración ustedes pueden entender y aceptar mis mensajes y ponerlos en práctica en sus vidas. Lean la Sagrada Escritura, vívanla y oren para entender los signos de los tiempos. Estos son tiempos especiales. Por eso, Yo estoy con ustedes para atraerlos a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Queridos hijitos, Yo quiero que ustedes sean hijos de la luz y no de la oscuridad. Por tanto, vivan lo que Yo les estoy diciendo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de septiembre de 1993
“¡Queridos hijos! Yo soy su Madre y los invito a acercarse más a Dios por medio de la oración, porque sólo El es su Paz, su Salvador. Por eso, hijitos, no busquen consuelo en las cosas materiales; más bien, busquen a Dios. Yo estoy orando por ustedes e intercedo ante Dios por cada uno en lo individual. Yo busco sus oraciones, que ustedes me acepten a Mí y mis mensajes como en los primeros días de las apariciones. Y sólo entonces, cuando ustedes abran sus corazones y oren, sucederán los milagros. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de octubre de 1993
“¡Queridos hijos! En estos aos, Yo los he invitado a orar, a vivir lo que Yo les estoy diciendo, pero ustedes viven mis mensajes muy poco. Ustedes hablan, pero no los viven, es por eso, queridos hijitos, que esta guerra está durando tanto. Yo los invito a abrirse a Dios y a vivir con Dios en sus corazones, viviendo el bien y dando testimonio de mis mensajes. Yo los amo y deseo protegerlos de todo mal, pero ustedes no lo quieren así. Queridos hijos, Yo no puedo ayudarlos si ustedes no viven los mandamientos de Dios, si no viven la Misa, si no abandonan el pecado. Yo los invito a convertirse en Apóstoles del Amor y del Bien. En este mundo sin paz, den testimonio de Dios y del amor de Dios y Dios los bendecirá y les dará lo que ustedes buscan de El. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de noviembre de 1993
“¡Queridos hijos! Yo los invito ahora, en este tiempo, como nunca antes, a prepararse a la venida de Jesús. Dejen que el Pequeo Jesús reine en sus corazones y sólo entonces, cuando Jesús sea su amigo, ustedes serán felices. No será difícil para ustedes ni orar, ni ofrecer sacrificios, ni dar testimonio de la grandeza de Jesús en sus vidas, porque El les dará fortaleza y gozo en este tiempo. Yo estoy cerca de ustedes con mi intercesión y oración y Yo los amo y bendigo a todos ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Mensaje, 25 de diciembre de 1993
“¡Queridos hijos! Hoy me regocijo con el Pequeo Jesús y deseo que la alegría de Jesús entre a cada corazón. Hijitos, con el mensaje les doy una bendición junto con mi Hijo Jesús, a fin de que la paz pueda reinar en cada corazón. Yo los amo, hijitos, y los invito a todos ustedes a acercarse a Mí por medio de la oración. Ustedes hablan y hablan, pero no oran. Por eso, hijitos, decídanse por la oración; sólo de esa manera ustedes serán felices y Dios les dará lo que ustedes buscan de El. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”