Señal de la Cruz
Oración inicial para todos los días
¡Oh Niño Jesús!
danos abundantes gracias para que nuestro corazón, -más que en la Gruta de Belén, más que en la propia ciudad de Belén-, esté preparado para recibirte a Ti.
Infunde en nuestras almas una inocencia que sea dentro de nosotros como una antorcha ardiente, semejante a tu infinita Inocencia. Ayúdanos a amar la pureza de alma y cuerpo y que seamos verdaderamente desprendidos de todo lo que nos aleja de Ti.
Por la intercesión de María Santísima y San José, te pedimos oh Divino Niño Jesús que acojas la recitación de esta novena para alcanzar todas las gracias que tanto necesitamos. Amén.
(Presentar las intenciones)
Rezamos Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Quinto día: El sueño de San José
Lectura del Evangelio Mt 1, 18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo.
José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados’’.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.
Palabra del Señor
Preces
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, que tanto amó al mundo que le dio a su Hijo único y digámosle con fe: Padre nuestro, escucha nuestra súplica.
Oración final para todos los días
Señor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo al mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de nuestra santificación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Bendición Final
El Señor nos bendiga y nos guarde en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nota: Preces son oraciones destinadas por la iglesia católica a pedir ayuda a Dios en casos de necesidad pública o personal.
Te puede interesar también:
Oración inicial para todos los días
¡Oh Niño Jesús!
danos abundantes gracias para que nuestro corazón, -más que en la Gruta de Belén, más que en la propia ciudad de Belén-, esté preparado para recibirte a Ti.
Infunde en nuestras almas una inocencia que sea dentro de nosotros como una antorcha ardiente, semejante a tu infinita Inocencia. Ayúdanos a amar la pureza de alma y cuerpo y que seamos verdaderamente desprendidos de todo lo que nos aleja de Ti.
Por la intercesión de María Santísima y San José, te pedimos oh Divino Niño Jesús que acojas la recitación de esta novena para alcanzar todas las gracias que tanto necesitamos. Amén.
(Presentar las intenciones)
Rezamos Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Quinto día: El sueño de San José
Lectura del Evangelio Mt 1, 18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo.
José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados’’.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.
Palabra del Señor
Preces
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, que tanto amó al mundo que le dio a su Hijo único y digámosle con fe: Padre nuestro, escucha nuestra súplica.
- Para que prepare el corazón de los fieles a recibir con gozo la venida de su Hijo. ¡Roguemos al Señor.
- Para que dirija los pensamientos y las acciones de nuestros gobernantes hacia la justicia, la libertad y el bien de todos, principalmente de los más débiles. ¡Roguemos al Señor!
- Para que la venida de Cristo nos libre de la esclavitud de nuestros pecados. ¡Roguemos al Señor!
- Para que en el seno de la comunidad humana seamos levadura y testimonio de aquella alegría que nace de la certeza de que el Señor está cerca. ¡Roguemos al Señor!
- Al igual que San José, quien no consintió un instante en la duda con respecto a su esposa Inmaculada, pedimos para imitar su confianza entera en los designios de Dios. ¡Roguemos al Señor!
- Por los que son afligidos por las dudas frente a un futuro incierto. ¡Roguemos al Señor!
- Por los matrimonios, para que en sus incertezas acudan con prontitud a Dios, a través de la oración y de los sacramentos. ¡Roguemos al Señor!
- Por todos los que murieron con la esperanza de la resurrección, para que los admita a gozar de su presencia. ¡Roguemos al Señor!
Oración final para todos los días
Señor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo al mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de nuestra santificación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Bendición Final
El Señor nos bendiga y nos guarde en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nota: Preces son oraciones destinadas por la iglesia católica a pedir ayuda a Dios en casos de necesidad pública o personal.
Te puede interesar también: