Señal de la Cruz
Oración inicial para todos los días¡Oh Niño Jesús! danos abundantes gracias para que nuestro corazón, -más que en la Gruta de Belén, más que en la propia ciudad de Belén-, esté preparado para recibirte a Ti.
Infunde en nuestras almas una inocencia que sea dentro de nosotros como una antorcha ardiente, semejante a tu infinita Inocencia. Ayúdanos a amar la pureza de alma y cuerpo y que seamos verdaderamente desprendidos de todo lo que nos aleja de Ti.
Por la intercesión de María Santísima y San José, te pedimos oh Divino Niño Jesús que acojas la recitación de esta novena para alcanzar todas las gracias que tanto necesitamos. Amén.
(Presentar las intenciones)
Rezamos Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Séptimo día: Magos de Oriente siguen una estrella
Lectura del Evangelio Mt 2, 1-10
Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo”.
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel”.
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: “Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay. De ese niño, y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo”.
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría.
Palabra del Señor
Preces
Elevemos, hermanos, nuestras súplicas a Dios Padre de misericordia, y oremos por todos, diciéndole confiadamente:
Padre nuestro, escucha nuestra súplica.
¡Roguemos al Señor!
Te pedimos, Padre de misericordia, ilumines benignamente a tu familia, para que, adhiriéndose a cuanto te agrada, obtenga de Ti toda clase de bienes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración final para todos los díasSeñor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo al mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de nuestra santificación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Bendición FinalEl Señor nos bendiga y nos guarde en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nota: Preces son oraciones destinadas por la iglesia católica a pedir ayuda a Dios en casos de necesidad pública o personal.
Oración inicial para todos los días¡Oh Niño Jesús! danos abundantes gracias para que nuestro corazón, -más que en la Gruta de Belén, más que en la propia ciudad de Belén-, esté preparado para recibirte a Ti.
Infunde en nuestras almas una inocencia que sea dentro de nosotros como una antorcha ardiente, semejante a tu infinita Inocencia. Ayúdanos a amar la pureza de alma y cuerpo y que seamos verdaderamente desprendidos de todo lo que nos aleja de Ti.
Por la intercesión de María Santísima y San José, te pedimos oh Divino Niño Jesús que acojas la recitación de esta novena para alcanzar todas las gracias que tanto necesitamos. Amén.
(Presentar las intenciones)
Rezamos Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Séptimo día: Magos de Oriente siguen una estrella
Lectura del Evangelio Mt 2, 1-10
Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo”.
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel”.
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: “Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay. De ese niño, y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo”.
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría.
Palabra del Señor
Preces
Elevemos, hermanos, nuestras súplicas a Dios Padre de misericordia, y oremos por todos, diciéndole confiadamente:
Padre nuestro, escucha nuestra súplica.
- Para que la Santa Iglesia sea siempre la Estrella que guíe nuestros pasos al afrontar nuestros sufrimientos. ¡Roguemos al Señor!
- Por todos aquellos que se han consagrado al servicio de Dios, para que, con su ayuda, mantengan fielmente su propósito. ¡Roguemos al Señor!
- Por la paz de las naciones, para que, alejada toda perturbación, puedan servir con libertad de espíritu a sus mismas gentes. ¡Roguemos al Señor!
- Por los ancianos que padecen por la soledad y por la enfermedad, para que nuestra caridad fraternal los ayude y anime. ¡Roguemos al Señor!
- Para que la admiración de las cosas bellas, haga lucir ante nuestros ojos la Luz de la Verdad, y la sigamos como lo hicieron los Magos. ¡Roguemos al Señor!
- Por todos los que murieron con la esperanza de la resurrección, El Señor los admita a gozar de su presencia.
¡Roguemos al Señor!
Te pedimos, Padre de misericordia, ilumines benignamente a tu familia, para que, adhiriéndose a cuanto te agrada, obtenga de Ti toda clase de bienes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración final para todos los díasSeñor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo al mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de nuestra santificación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Bendición FinalEl Señor nos bendiga y nos guarde en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nota: Preces son oraciones destinadas por la iglesia católica a pedir ayuda a Dios en casos de necesidad pública o personal.