ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Oh Señor Jesucristo, que antes de ascender al Cielo prometiste enviar el Espíritu Santo para terminar Tu obra en las almas de Tus Apóstoles y Discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo, para que Él perfeccione en mi alma la obra de Dios. Tu gracia y Tu amor.
Concédeme el Espíritu de Sabiduría, para que desprecie las cosas perecederas de este mundo y aspire solo a las cosas eternas; el Espíritu de Entendimiento, para iluminar mi mente con la luz de Tu divina verdad; el Espíritu de Consejo, para que pueda elegir el camino más seguro de agradar a Dios y alcanzar el Cielo; el Espíritu de Fortaleza, que pueda llevar mi cruz contigo y que pueda vencer con valor todos los obstáculos que se oponen a mi salvación;
el Espíritu de conocimiento, para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y perfeccionarme en la ciencia de los santos; el Espíritu de Piedad, para que encuentre dulce y amable el servicio de Dios; el Espíritu de Temor, para que pueda sentirme lleno de una amorosa reverencia hacia Dios y pueda temer de alguna manera desagradarle.
Mírame, Amado Señor, con la señal de Tus verdaderos discípulos, y anímame en todo con Tu Espíritu.
Amén.
Oh Señor Jesucristo, que antes de ascender al Cielo prometiste enviar el Espíritu Santo para terminar Tu obra en las almas de Tus Apóstoles y Discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo, para que Él perfeccione en mi alma la obra de Dios. Tu gracia y Tu amor.
Concédeme el Espíritu de Sabiduría, para que desprecie las cosas perecederas de este mundo y aspire solo a las cosas eternas; el Espíritu de Entendimiento, para iluminar mi mente con la luz de Tu divina verdad; el Espíritu de Consejo, para que pueda elegir el camino más seguro de agradar a Dios y alcanzar el Cielo; el Espíritu de Fortaleza, que pueda llevar mi cruz contigo y que pueda vencer con valor todos los obstáculos que se oponen a mi salvación;
el Espíritu de conocimiento, para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y perfeccionarme en la ciencia de los santos; el Espíritu de Piedad, para que encuentre dulce y amable el servicio de Dios; el Espíritu de Temor, para que pueda sentirme lleno de una amorosa reverencia hacia Dios y pueda temer de alguna manera desagradarle.
Mírame, Amado Señor, con la señal de Tus verdaderos discípulos, y anímame en todo con Tu Espíritu.
Amén.