Oración Para Obtener
La Gracia De Todas Las Misas En El Mundo Padre
Eterno, humildemente Os ofrecemos nuestra pobre
presencia, y la de toda la Humanidad, desde el principio
asta el fin del mundo.
Deseamos asistir a TODAS las Misas
que ya se han celebrado en el mundo, y a todas las que
se celebrarán el el futuro.
Os ofrecemos todas las penas,
los sufrimientos, oraciones, alegrías y horas de reposo en
nuestra vida.
Ofrecemos todo en unión con estas mismas
acciones de Nuestro dulce Jesús, durante su estancia aquí
en la tierra.
Esperamos que toda la preciosísima Sangre de
Cristo, todas Sus Llagas, y toda Su agonía nos salven.
Os ofrecemos esta petición por medio del Doloroso e
Inmaculado Corazón de María. Amén. (Rezad esta oración
cada día, y propagadla por doquier.)
Querida Santa Filomena,
rogad por nosotros. Obtened por nosotros gran pureza de
mente y de corazón. Esta pureza nos conducirá al perfecto
Amor de Dios. Hay que buscar a Dios constantemente;
y cuanto más se le busca, tanto más se le encuentra.
El que a Dios busca, siempre lo ecuentra.
(Maimónides)
La Gracia De Todas Las Misas En El Mundo Padre
Eterno, humildemente Os ofrecemos nuestra pobre
presencia, y la de toda la Humanidad, desde el principio
asta el fin del mundo.
Deseamos asistir a TODAS las Misas
que ya se han celebrado en el mundo, y a todas las que
se celebrarán el el futuro.
Os ofrecemos todas las penas,
los sufrimientos, oraciones, alegrías y horas de reposo en
nuestra vida.
Ofrecemos todo en unión con estas mismas
acciones de Nuestro dulce Jesús, durante su estancia aquí
en la tierra.
Esperamos que toda la preciosísima Sangre de
Cristo, todas Sus Llagas, y toda Su agonía nos salven.
Os ofrecemos esta petición por medio del Doloroso e
Inmaculado Corazón de María. Amén. (Rezad esta oración
cada día, y propagadla por doquier.)
Querida Santa Filomena,
rogad por nosotros. Obtened por nosotros gran pureza de
mente y de corazón. Esta pureza nos conducirá al perfecto
Amor de Dios. Hay que buscar a Dios constantemente;
y cuanto más se le busca, tanto más se le encuentra.
El que a Dios busca, siempre lo ecuentra.
(Maimónides)