INVOCACIONES EN HONOR DE LAS SANTAS LLAGAS DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Padre Eterno, yo Os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las llagas
de nuestras almas. Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas
Llagas.
Sor María Marta Chambon era un humilde religiosa de la Orden de la Visitación en
Chambery, Francia. Ella falleció en olor o estado de santidad, el día 21 de marzo de
1907.
Según las afirmaciones de la misma religiosa, ella recibió de Nuestro Señor el
mandato de cumplir una MISION particular. Consistía de invocar y adorar las Santas
Llagas sin cesar. Así debía de reavivar esta devoción el los corazones de las criaturas.
Nuestro Señor le dijo:
"El alma que durante la vida ha honrado y estudiado las Llagas de Nuestro Señor
Jesucristo y que las ha ofrecido al Padre Eterno por las ánimas del Purgatorio, recibirá
su premio.
Es decir, a la hora de la muerte, aquel devoto será acompañado por la
Santísima Virgen y los ángeles. Entonces, Nuestro Señor se le aparecerá glorioso y
resplandeciente en la Cruz.
Y en este resplandor celestial, será recibido y coronado por
el mismo Jesucristo Nuestro Señor."
"Jesús, María, Os amo. Salvad almas."
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Padre Eterno, yo Os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las llagas
de nuestras almas. Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas
Llagas.
Sor María Marta Chambon era un humilde religiosa de la Orden de la Visitación en
Chambery, Francia. Ella falleció en olor o estado de santidad, el día 21 de marzo de
1907.
Según las afirmaciones de la misma religiosa, ella recibió de Nuestro Señor el
mandato de cumplir una MISION particular. Consistía de invocar y adorar las Santas
Llagas sin cesar. Así debía de reavivar esta devoción el los corazones de las criaturas.
Nuestro Señor le dijo:
"El alma que durante la vida ha honrado y estudiado las Llagas de Nuestro Señor
Jesucristo y que las ha ofrecido al Padre Eterno por las ánimas del Purgatorio, recibirá
su premio.
Es decir, a la hora de la muerte, aquel devoto será acompañado por la
Santísima Virgen y los ángeles. Entonces, Nuestro Señor se le aparecerá glorioso y
resplandeciente en la Cruz.
Y en este resplandor celestial, será recibido y coronado por
el mismo Jesucristo Nuestro Señor."
"Jesús, María, Os amo. Salvad almas."