SUSPIRANDO POR EL ESPIRITU SANTO
Oh, consolador más suave, Espíritu Santo, ven a mí.
¡Mi alma suspira por Ti!
¡Mi corazón tiene sed de ti!
Tú solo puedes satisfacer mi anhelo;
Tú solo puedes hacerme feliz. No desprecies,
oh Divino Esposo, la morada de mi pobre corazón.
¡Ay, mi corazón está inmundo, pero tú puedes purificarlo!
Mi corazón está oscuro, pero Tú puedes iluminarlo.
Mi corazón es perverso, pero puedes penetrarlo con amor.
Mi corazón está triste, pero puedes consolarlo.
Mi corazón es débil, pero Tú puedes fortalecerlo.
Mi corazón está frío, pero no puedes inflamarlo.
Mi corazón se aferra a la tierra, pero puedes llenarlo de deseos celestiales.
Mi corazón está lleno de pecado, pero puedes adornarlo con todas las virtudes.
Mi corazón es inconstante y descarriado, pero Tú puedes hacerlo dócil.
Ven, pues, Espíritu Santo, Padre de los pobres, ven y lléname de tu amor.
Amén.
Oh, consolador más suave, Espíritu Santo, ven a mí.
¡Mi alma suspira por Ti!
¡Mi corazón tiene sed de ti!
Tú solo puedes satisfacer mi anhelo;
Tú solo puedes hacerme feliz. No desprecies,
oh Divino Esposo, la morada de mi pobre corazón.
¡Ay, mi corazón está inmundo, pero tú puedes purificarlo!
Mi corazón está oscuro, pero Tú puedes iluminarlo.
Mi corazón es perverso, pero puedes penetrarlo con amor.
Mi corazón está triste, pero puedes consolarlo.
Mi corazón es débil, pero Tú puedes fortalecerlo.
Mi corazón está frío, pero no puedes inflamarlo.
Mi corazón se aferra a la tierra, pero puedes llenarlo de deseos celestiales.
Mi corazón está lleno de pecado, pero puedes adornarlo con todas las virtudes.
Mi corazón es inconstante y descarriado, pero Tú puedes hacerlo dócil.
Ven, pues, Espíritu Santo, Padre de los pobres, ven y lléname de tu amor.
Amén.